Toda esta historia comienza hace más o menos un año ya. Mar y yo tenemos una amiga que fue a hacer cuarto de la E.S.O. a Estados Unidos, y de vez en cuando hablábamos con ella y nos contaba su experiencia y como le iban las cosas. Mientras tanto Mar y yo pensábamos como sería esa experiencia que nuestra amiga estaba viviendo pero en nosotras mismas. Entonces nos empezamos a hacer preguntas, a tener dudas y a meternos muchos pájaros en la cabeza pensando en ello.
Un día los padres de Mar y los míos (que ya estaban al corriente del viaje a América de nuestra amiga y de nuestras charlas sobre ello) Nos ofrecieron la oportunidad de vivir esa experiencia el próximo año, en primero de bachillerato. Al principio da vértigo e impresiona la idea porque es un cambio radical en tu vida(dejar atrás tus amigos, familia, tus cosas, tu país...etc), pero luego solo piensas en cómo será todo, qué pasará...y así generas día tras día muchísimas dudas y al mismo tiempo muchas ganas de coger el avión lo antes posible para empezar la aventura.
Pero hasta que no llega el día de hacer la maleta y coger el avión, no te puedes hacer a la idea de absolutamente nada.
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